viernes, julio 09, 2004

Paki 2 - Extraño pensamiento.

La joven no sabia lo que había ocurrido, solo veía a Supay en su cuerpo mortal, ella ya lo había visto en la calle, sabía que era un líder de expendedores de drogas, sabía que era muy malo y que los hombres que la estaba atacando hasta hace unos minutos, era empleados de él, no comprendía lo que pasaba. Supay le rogó que cerrara los ojos de nuevo y confiara en él, con mas miedo que gusto así lo hizo, Supay la tomó de la mano, la sacó de la maleza y atravesaron el montón de cuerpos tirados en el suelo, la joven solo sentía como sus pies descalzos se mojaban de algo caliente y espeso, pero no se atrevía a abrir los ojos, ella ya sabía que estaba pisando, sangre, charcos de sangre, solo pudo apretar la mano de Supay y cerrar mucho mas sus ojos tratando de contener también el olor que entraba por su nariz, era un aire raro, una mezcla de muerte y azufre, pero no podía describirlo.

Supay la llevó hasta su camioneta y le entregó ropa a la joven para que se vistiera, Supay encendió la camioneta, debía llevarla pronto a la ciudad, antes de que la policía llegara a la finca a investigar el porqué de los disparos.

Supay aún pensaba y no comprendía por que había hecho lo que acababa de hacer, no comprendía por que había salvado la vida de esa mujer, no comprendía lo que sentía al ver sus ojos, muchas ideas cruzaban por su mente, pero no las podía comprender, no podía entenderlas.

De un momento a otro, Supay sintió como sin el control de su alma dejaba su cuerpo mortal, sin poder evitarlo, trataba de conducir, pero su alma abandonó el cuerpo, sin darse cuenta de nuevo estaba en la Waka, pero la de su padre, Satanás. Cayó de rodillas a sus pies, sintiendo como en su espalda lo lastimaba el peso de dos demonios que lo sujetaban de los hombros, solo se escuchó una voz.

“¿Que has hecho Supay?”, pregunto Satan, “mi hijo preferido, ¿Qué estas sintiendo?, ¿Que es lo que siento en tu alma?.

Supay no podía describirlo, pero su padre sabia que era lo que esta sintiendo y aún siendo su hijo preferido no podía perdonar lo que había hecho, perdonar la vida de un mortal, eso no era digno de un hijo de rey de las tinieblas, como tal merecía un castigo ejemplar, eso era lo que le esperaba a Supay, el peor de los castigos: Supay fué expulsado de los infiernos.

Siendo un demonio no podía habitar en los cielos, y el purgatorio era un lugar para almas redimidas y Supay nació del pecado, del dolor de los más oscuros, nunca podría aspirar ni siquiera a este sitio, su único sitio para poder existir sería otro infierno, el único disponible “el Allpa pacha”, la tierra.

Supay no comprendía por que había reaccionado así con esa joven, por que le había salvado la vida, pero lo que mas lo molestaba era el hecho de saber que lo volvería hacer. Ahora Supay tenía mas problemas, no solo había sido expulsado de su hogar, su padre lo maldijo, ahora su cuerpo tendría la desventaja de sentir, sentiría el dolor, sentiría hambre, sentiría las caricias, pero también sentirá el dolor que tanto infringió, su único punto que no cambiaria serían sus alas, estas seguirán siendo de metal, del mas fuerte del universo.

Su castigo parecía no tener límite, ahora Supay, como antes podrá tomar posesión del cuerpo de los humanos, pero no de los que gustaba escoger antes, ahora sólo podrá tomar cuerpos de la gente que tanto había despreciado, indigentes, alcohólicos, drogadictos, gente con problemas físicos, todas aquellas personas a las que la sociedad tanto desprecia, ese era su mayor castigo.

Supay nunca mas podría tocar las puertas del infierno, ni de su Waka, ahora estaba en la tierra, desterrado sin saber que hacer.

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