viernes, julio 09, 2004

Paki 14 - Pisano Phosphorus.

Supay siguió a su anfitrión a una amplia sala, el piso era de mármol color negro con pequeñas grietas blancas, todo muy bien cuidado, reluciente, ventanas del tamaño de paredes, la luz del sol entraba sin problemas, Supay notó como los perros seguían a Pisano, no lo dejaban un solo momento, “No te preocupes” - Dijo Pisano, “son mis hijos menores”, y señalando a cada uno fue dando su nombre, “Io, Calisto, Ganímedes, Oberon, Titania, Umbriel, Ariel, Fobos, Mimas, Encélado, Tetis, Dione, Rea, Caronte y Miranda, la mas pequeña de todos, siempre están a mi lado, mientras aprenden a defenderse solos”.

“Siéntate, ¿dime que quieres saber?” - Dijo Pisano.

Supay guardó unos segundos de silencio, tratando de adaptarse al ambiente del decorado, acomodó sus alas de una manera fácil, pareciera que su silla estaba diseñada para este tipo de seres, pues el espaldar era delgado, justo el espacio que existía entre las alas de Supay, luego de sentirse cómodo, Supay empezó a hablar.

“¿Qué es lo que siento en mis manos?, ¿Por qué no puedo dormir tranquilamente?, ¿Qué es lo que estoy sintiendo?, ya no tengo corazón, tengo algo que bombea mi sangre, algo físico ahí metido, pero la esencia que hace mover ese motor ya se acabó, ya no tiene ritmo, en las noches no me deja dormir con sus golpes contra mi pecho en cada latido, como recordándomela, recordándome la Ñusta ¿Quién es ella?. Dormir, eso se convirtió en un placer, maldito sueño que se va, si no es mi corazón que no me deja alcanzar el sueño, son los recuerdos vagos de mi pasado, que en medio de mis sueños pone un recuerdo, una voz en mi mente dormida, una imagen en mis ojos cerrados, una palabra en mi boca entre abierta, maldita sea, y cuando me quedo dormido llega ella, que ya ni en mis sueños me deja descansar, sin distinguir ese instante entre el atardecer y el amanecer, sin saber si es un lunes o un domingo.”

“¿Por qué cuando ella no está busco su rostro, su mirada, su cuerpo?, Como un niño perdido en un centro comercial lleno de gente, como un niño tomando la mano de alguien que me ayude a buscarle, no encuentro su rostro, no encuentro nada, como un niño de la calle, mendigando un abrazo en lugar de una moneda, mendigando una caricia sobre mis alas, en lugar de un trozo de pan, siento esa maldita necesidad de demostrar que soy fuerte, que no necesito de nadie, cuando en realidad necesito urgentemente de ella”.

“Con mis brazos aferrados a una piedra como almohada en las noches como si fuera su cuerpo, cuerpo que tanto extraño, aferrados tratando de llenar ese vacío, ese espacio que dejó cuando empezó esta búsqueda, ese vacío en mis manos y mi pecho, ese espacio que abarca mi mente, que se mete en cada pensamiento nocturno, en cada despertar sacudido por su recuerdo a mitad de la noche, donde mi mente delira sin tener fiebre, ¿Cómo puedo callar ese grito que noche tras noche lanzo cuando en realidad lo que debo hacer es descansar?.”

“Y empieza un nuevo día, donde mi eterna compañera, la soledad amanece a mi lado al despertar, disfrazado, buscando de nuevo a la Ñusta, en mi mente, en mi corazón, en este maldito dolor en mis manos, ¿Qué como se siente?, no sé explicártelo, solo se siente, solo se vive, solo despiertas cuando logras dormir, y ahí está, ahí está recordándote que estas vivo, vivo por que el dolor es un simple ensayo de la muerte y si lo estoy sintiendo es por que estoy vivo, vivo, por que respiro y mi corazón sigue de necio, trato de olvidar, cuando estoy cansado, cuando tengo hambre, cuando tengo que alimentarme y tomo sus cuerpos, los destruyo, los consumo, todo por un corto instante parece volver a ser como era antes de verla a ella, llenando mi cerebro de carne y sangre para desconectar mis neuronas, para ver si en ese momento logro desconectar los recuerdos llamados por su ausencia, lentamente se van desprendiendo, cada neurona va nadando ahora en ese maldito licor del placer, miles de neuronas mas desconectadas, en su orden van desconectándose las partes lógicas, para lentamente llegar a mi cerebro primitivo, lo mas viejo en nuestra evolución, se supone que lo mas profundo de mis recuerdos, pero, se van desconectando mas y mas, millones van quedando en esa sopa etílica donde las funciones se van perdiendo, supuestamente acá están mis funciones creadas por mis antepasados en millones de años, ¿Entonces por qué está ella en estos recuerdos tan viejos?, y ¿Por qué quedo de nuevo en la soledad de la multitud?, pero luego al terminar, sentir la misma sensación.”

“Ahora mi vida no tiene sentido, ni norte ni sur, donde el arriba se me volvió un infierno y el infierno se me volvió un oasis de llanto, donde antes todo estaba también planeado. Y lo siento de nuevo ahí, como si nunca se fuera, en medio, en la mitad de las palmas de mis manos, ahí, ahí lo siento, sin saber como sacarlo, como un maldito predicador, que sabe que decirle a sus ovejas para reconfortarlas en el dolor, pero sin saber como quitárselo el mismo, entonces, ¿Cómo diablos lo hago?, ¿Cómo dejo de sentir lo que siento ahora?, lo que he sentido siempre”.

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