viernes, julio 09, 2004

Paki 18 – Hermandad Torquemada.

El camino hacia el infinito recorrido de lo desconocido de la muerte encuentra una barrera, algo que hace que Supay pierda lo único que realmente ha sentido sin dolor desde que salió expulsado del infierno, su coma, su dulce coma, su estado apacible de no sentir ha terminado, despierta y ve un viejo hombre, ya no está donde había perdido el sentido, está en otra habitación, no sabe cuantos días a permanecido ahí, está débil, trata de ponerse de pie, pero no lo logra, escucha como el viejo hombre le dice: “No te levantes, aún estas débil, tus heridas están sanando, pero has perdido mucha sangre”.

Supay volvió a perder el sentido, tras el paso de unos días mas, despierta y ve como el anciano sigue a su lado, “Quien eres tú” - pregunta Supay.

“Pierre Valdo” - Respondió, “te he encontrado en el cuarto de al lado, aún un demonio como tú es un plato apetecido para las ratas, un poco mas de tiempo y solo hubiera encontrado tus alas. Eres hijo directo de Satán, solo ellos pueden llevar alas metálicas como las tuyas, un poco mas y la Hermandad Torquemada cumple su cometido”

Supay se sentó al lado de la cama, se sentía menos débil, sentía que podía defenderse solo, quería irse pronto de ahí, tenía dudas, pero su nuevo benefactor sabía demasiado de él, sabía hasta quien lo había atacado, cosa que ni siquiera él sabía hasta ese momento. Pierre percibió que el demonio al cual había ayudado durante cinco días se quería ir, “No sé cual es tu nombre, pero creo que hay dudas que yo puedo aclarar, cosas que tal vez te salven la vida ahí afuera” - Dijo Pierre.

Supay detuvo su marcha, habla rápido o no solamente curaras mis heridas si no que calmaras mi hambre. Pierre soltó una fuerte carcajada, “Amigo, no creo que puedas hacerme daño” - Dijo Pierre, abrió su camisa y mostró en su Pecho la misma marca que tenía el monje que Supay había matado.

Supay estaba confundido, a una distancia prudente le dijo, habla pronto, si es que quieres hacerlo, si no, déjame ir, Supay sabía que ese hombre pudo haberlo matado durante todo el tiempo que estuvo inconsciente, eso lo tranquilizaba, pero temía que pudieran llegar otros miembros de la Hermandad que no pensaran lo mismo.

Pierre sonrió de nuevo, “No te preocupes, descansa y te contaré la historia”

Hace muchos siglos, desde que la iglesia existe como tal, desde que Constantino I El Grande la tomó como su religión y se extendió por toda Europa, se creó un ejercito de fieles, una rama de la iglesia que era la encargada del la defensa de los hombres sobre todo lo no terrenal, demonios, brujas, troll`s, etc, todas aquellas cosas que la gente creía seres de fantasía, pero que la iglesia sabía que existía, este movimiento no era un ejercito cualquiera, estaba conformado por monjes que habían realizado un pacto de pobreza y purificación y con una marcada lucha hacia todo lo oculto, fue de ahí donde salió la “Sagrada Inquisición”, famosa por su casería de brujas, pero los casos de caserías de demonios eran manejados por las altas esferas de dicho ejercito, esa comunidad fue llamada la Hermandad Torquemada, el brazo más visible de la lucha contra todo lo oculto y sobrenatural, son siete órdenes de Caballeros, la sangre de la vida de la iglesia, previenen el derrumbamiento y mantienen el orden que desaparecería sin ellos. La idea era establecer una organización que podría utilizar bien la proeza militar de un grupo de Caballeros, proteger a los hombres de poderes sobre naturales, además de extender la palabra del TODO PODEROSO, siendo ejemplo de humildad, obediencia y sirvientes destacados de Dios. Aunque quedan como una de las fuerzas más importantes en el Vaticano, los templos no eran libres de la corrupción que se plagó por el resto del mundo, por ejemplo, el templo occidental abandonó su diplomacia, su honradez y sus deberes. Pronto la corrupción se apoderó de ellos y sus principios cambiaron de los originales, aunque aún su lucha es en contra de las fuerza ocultas, también promueven guerras en contra de las otras religiones, como la musulmanas, haciendo pasar atentados de estos pueblos contra el de Israel y así este pueblo ataca supuestamente en defensa propia o en retaliación a los ataques que realmente fueron hechos por la Hermandad.

Los Templos empiezan a buscar Caballeros cuando se manifiesta su naturaleza alrededor de la pubertad, una vez que se descubre un Caballero, empieza la formación activa, al entrar a un templo (normalmente a alrededor de la edad de 21) el Caballero sufre un período de entrenamiento intensivo, cuya longitud varía dependiendo del templo y de sus capacidades. En la realización del entrenamiento, se enclaustran entonces por un período de tiempo cuando estudian teología y filosofía. Después de que salen, gastan un período como Escuderos de Caballeros más experimentados de su propio templo. Los templos tienen una organización algo militar. La línea más baja consta de Escuderos no-Caballeros y empleados de apoyo, seguidos por Escuderos de los Caballeros y Caballeros completos. Sobre esto, aunque no hay ninguna línea establecida, la edad y superioridad basándose en sus méritos genera al líder.

El Caballero de la Hermandad lleva un sable, el uniforme normal consta de un traje ajustado negro con muchos bolsillos, lleva debajo una túnica suelta cinchada a la cintura por un cinturón lleno de armamento y herramientas útiles para su trabajo. Insignias e indicaciones de dignidad, pero lo que mejor portan es el báculo tatuado en su pecho, es el Báculo de Zoroastro, es un escudo protector, hecho con sangre santa, capaz de repeler cualquier toque directo de una fuerza oscura, demonio, bruja, lo que sea, por eso no me puedes hacer daño con tus manos, el resultado sería un golpe casi comparable con un rayo.

A otros Caballeros de la Hermandad se les daba armadura, pero esto en los nuevos tiempos ha cambiado mucho, aunque hay a menudo trajes de armadura que se han pasado de generación a generación dentro de una familia.

No hay comentarios.: