viernes, julio 09, 2004

Paki 12 - Te busco.

Supay volaba sobre el hospital, desesperado, sabía que ahí estaba su Ñusta, la ladrona de su paraíso, el brillo de esos ojos, sabía que estaba ahí, pero no tenía manera de acercarse a ella, de poder tomarla entre sus brazos sin crear en ella la sensación de pánico al ver a un demonio, en medio de su desespero parte de su mente pensaba en la manera de poder acercarse a ella, olvidó su hambre, su dolor no tenía importancia, el cansancio en sus alas con el sol quemando el frío metal parecía no importar, su mente estaba pensando como tenerla, sin hacer que lo odiara o le tuviera miedo, sin matarla al ver su apariencia, pero ¿Cómo hacerlo?, ¿Como un vago?, ¿Como un adicto?, ¿Como un enfermo y volver a morir a su lado?, Solo con suerte pasaría eso, una y otra vez, que gran duda.

Esperó al final del día para seguirla a la salida del hospital, por lo menos quería poder estar cerca de ella, poder verla. Supay la veía desde el cielo, oculto en medio de la noche, con sus grandes alas oscuras extendidas en un vuelo silencioso, daba círculos sobre ella, como un hermano mayor cuidado los pasos de su pequeño hermano aprendiendo a caminar, con ese deseo de acercarse y tomarla, de poder hablar, ¿Pero de que le hablaría?, “Hola, soy un demonio”, eso no tendría que decirlo, se notaria al ver sus oscuras alas metálicas, además, ¿Cómo acercarse en el cuerpo de otro ser?.

La seguía, vio como abordo un bus, el cual también siguió, mirando desesperadamente la gente que bajaba del vehículo para no perderla de vista, temía perderla, temía no verla mas esa noche, sabía que al siguiente día la podía esperar en el hospital, pero no quería dejar de verla por esa noche, aunque en ese momento el techo del auto bus era un frontera entre ella y sus ojos, él sabía que ahí estaba, para él eso era suficiente. Supay no entendía que pasaba, ¿Por qué ese deseo de seguirla?, ¿Por qué cuidarla?, “Que ironía” pensaba, un demonio sirviendo de Ángel guardián, su existencia había dado un giro radical, nada de lo que era antes estaba ahora en su camino.

En un momento vio como dos tipos se acercaban para abordar el bus, los vio y los reconoció, eran dos ladrones de los mas bajos, Supay muchas veces se había divertido con ellos, sabía que si subían al bus podría pasar cualquier cosa, el peligro era latente, ya tenían varias muertes con su firma, vio como subían y temió lo peor, trató de volar mas bajo para ver lo que ocurría en el bus, trataba de ubicar a la Ñusta y a los ladrones, necesitaba acercarse mas, pero esto sería mas peligroso, tenía que hacer algo rápido, ¿Pero qué?, Pudo ver como uno de ellos amenazaba al conductor, el otro apuntaba con su arma a la multitud mientras golpeaba al que no obedecía, Supay vio a la Ñusta, estaban cada vez mas cerca de ella, el miedo y la rabia se apoderaron de Supay, tenía que hacer algo rápido, así lo hizo.

De un momento a otro el ladrón que estaba en la registradora amenazando al chofer cayó sentado al piso del auto bus, su cara expresaba un dolor inmenso pero nadie sabía lo que estaba pasando, veían como se retorcía de dolor, el otro asaltante disparó al aire para controlar la situación, corrió donde su compañero de maldad a preguntar que le había pasado, faltaba solo dos metros para llegar a él cuando sintió una bala entrando en medio de sus ojos, 9 segundos eternos entre la entrada de la bala y la desconexión de su cerebro, 9 segundos eternos de tu último pedazo de vida, 9 segundos para pensar y tratar de entender por qué tu compañero te disparó, 9 segundos en los que caes al piso y sientes las miradas de la gente a tu alrededor, 9 segundos escuchando los gritos, nueve segundos para morir.

Su compañero se debatía en el piso en una lucha frenética contra sí mismo, la gente se bajaba del bus lo más rápido posible, vidrios rotos de las ventanas cortaban las piernas y brazos de los que intentaban salir lo más rápido posible de esa locura de sitio, el conductor como pudo abrió todas las puertas y bajó corriendo lo más rápido que pudo, el último ladrón luchaba contra su mano, luchaba contra lo que sentía, veía como su mano llevaba su arma hacia su cabeza, luchaba contra esa fuerza, sentía su cuerpo poseído por algo que no sabia que era, sintió como su boca se abría en contra de su voluntad, tratando de cerrarla para impedir la entrada de ese caño frío, luego el sonido de sus dientes temblorosos sobre el metal de la muerte, sentía como su dedo índice era forzado a apretar el gatillo, sintió como este apretó con todas sus fuerzas y en el último momento se sintió libre, luego, sintió el calor, primero su paladar, luego sentía como su cabeza se rompía por detrás y la sangre llenaba su traquea, su cuerpo caía sobre las escaleras y lentamente terminó con medio cuerpo dentro del bus, su cabeza colgaba de la puerta, en un espectáculo para la gente, donde se veía como la sangre salía de su cabeza y como representando la escoria que era, formaba un río de vital líquido hasta la alcantarilla, ahí, donde termina la basura líquida, en el drenaje, ahí terminaba todo.

Supay con sus escasas fuerzas buscó refugio, poseer ese cuerpo fuera de sus nuevas reglas lo había debilitado mucho, fue ir en contra de las reglas y ahora sentía las consecuencias, con mucho trabajo conseguía volar, quería buscar a la Ñusta saber que esta bien, pero también debía protegerse, sin darse cuenta se sintió atraído por el piso, pero no se estrelló contra él, sentía como el piso se abría a sus pies, volando directamente al infierno, volando de nuevo a su hogar, no sabía que pasaba, pero algo ya le había enseñado que eso no lo llevaría a ningún bien.

No hay comentarios.: