viernes, julio 09, 2004

Paki 15 - Las respuestas.

Pisano empezó a hablar, dando las respuestas que Supay le pedía y aunque ya oscurecía un poco y la noche se apoderaba de la luz de la sala, Pisano no se quitaba sus lentes oscuros en ningún momento:

“No tengo todas las respuestas, sólo tu padre y Dios las tienen, pero a mí no se me está permitido saber tanto, solo puedo darte respuesta a lo que sé. Lo que sientes en tus manos solo lo podrás descubrir tú, esa respuesta no puedo dártela, se que no te gustaría lo que yo puedo decirte sobre eso, lo mas probable es que te marches sin escuchar el resto de mis respuestas, ese dolor es algo que algún día sentí y que hoy día en algunas noches aún me molesta, pero tú deberás aprender por qué es generado”.

“Lo que estás sintiendo se llama amor, por eso fuiste expulsado del paraíso, no por haber perdonado la vida de esa mujer, hasta tu padre a perdonado, fuiste expulsado por que en el infierno no hay permiso para tener ese tipo de sentimientos, es como si en el cielo te permitieran matar, para eso fue diseñado este mundo, para ese tipo de necesidades, un sitio donde los demonios pueden amar y los Ángeles pueden pecar.”

“Tienes dos opciones, dejar de buscarla y vivir eternamente con ese dolor y ese sentimiento o enseñarle tu corazón, tus sentimientos y esperar que ella te acepte, podrás experimentar muchas mas cosas después de eso, pero solo podrás saberlo arriesgándote, en tus manos está tu destino, no en las manos de tu padre”.

“Es que consigues estar mejor o te sentirás igual el resto de tu existencia, lo fácil que resulte depende de tí, de tu voluntad, la voluntad las haces fácil tú, pero no busques a alguien a quien culpar, es solo tu destino y tú eres dueño de cada instante, de cada segundo, de cada paso, de cada lágrima, de cada sonrisa, solo tú. Un amor, una vida, esto cada noche será una necesidad, un amor, puedes conseguir compartir tu amor con esa mujer, pero eso no garantiza que sean iguales y que ese amor dure para siempre, podrás cuidar de ella, pero eso no garantizará que esté a tu lado, ¿Te decepcionará?, o, ¿Te dejará un mal sabor en la boca?, actúas así por que nunca has amado y esto para ti es nuevo, será difícil, pero debes experimentarlo y saber si vale la pena”.

“Es demasiado tarde para recordar el pasado, no lo traigas hacia fuera, a la luz, nosotros somos uno, pero no somos iguales, solo tú podrás probar si valía la pena o no hacerlo, uno, solo uno, ¿Pedirás perdón?, ¿Vendrás a educar a tus muertos?, ¿Jugaras a ser Jesús con las espinas en la cabeza?, Pides demasiado, más que muchos en tu paraíso, en tu infierno, realmente tú no has dado nada aún, trata de conseguirlo todo”.

“El amor es un templo, me enamoré una vez, fue algo muy grande, algo que no debía amar, pero me dejé llevar por ese sentimiento, el amor es un templo, Amé como no imaginas, como tú no has amado, pero ese amor me hizo arrastrarme y no lo pude mantener encendido, lo que conseguí, todo lo que conseguí me está lastimando aún, un amor, una sangre, una vida, tú debes tratar de conseguirlo, una vida, pero nosotros no somos iguales.”

Supay hizo muchas mas preguntas a su nuevo Sen Sei, todas fueron respondidas por él, hablaron del cielo, del infierno, de todo, hablaron mucho mas del amor, de las mujeres, de todo en poco tiempo, Supay sabía que debía preguntar lo mas que pudiese, pero también sabía que debía tomar un decisión rápida y si ésta era ir de nuevo con su Ñusta, debía hacerlo rápido.

Luego de disfrutar una cena fantástica con muchos manjares que Supay solo había podido probar en su Waka, Supay se despidió de su nuevo amigo, emprendió el vuelo en búsqueda de sus decisiones.

Pisano Phosphorus miró como Supay se alejaba, lentamente quitó sus gafas y sus ojos rojo sangre brillaban en medio de aquella oscuridad, aunque Supay ya no se veía en el cielo, Pisano parecía que aún lo podía seguir con sus rojos ojos, su rostro era firme, no expresaba nada, solo pensó en voz alta “Te deseo mucha suerte hijo mío, espero que tu suerte en el amor sea mas grande que la mía y que algún día comprendas por qué te expulsé de tu casa, por qué dejé en manos de tu destino tu vida, solo espero que Dios no se meta en tu camino y te permita ser feliz aunque no sea como te he educado toda la vida”, al terminar de hablar, cada uno de sus perros, se fue convirtiendo en demonios, unos mas oscuros que otros, “Padre, ¿Por qué no nos permitiste escuchar lo que le decías a nuestro hermano?” - Le reprochó Ganímedes, “Entre menos sepas de los que siente tu hermano mas feliz serás, te lo garantizo”.

Todos los demonios incluyendo Pisano Phosphorus miraban el infinito cielo lleno de estrellas, como mirando el lugar que su padre había preferido abandonar desde el principio de los tiempos, suavemente se escuchó como un susurro a través del tiempo, “Prefiero mandar en el infierno que servir en el cielo”, recordó en voz alta Pisano Phosphorus, “parece que fue ayer cuando cambié mis alas de carne por estas de metal”, su cuerpo cambió, una figura mucho mas grande y oscura que Supay surgió de aquel cuerpo, todos regresaron de nuevo al infierno, un poco retardado Ganímedes miraba de vez en cuando hacia atrás, esperando poder ver a su hermano, con el deseo de poder ayudar, pero sabía que aunque fuera el mayor de esa camada de demonios, era aún pequeño para volar solo en el Allpa pacha, aún así a los mas grandes demonios hijos de Pisano Phosphorus se les está prohibido acercarse a Supay, con el castigo de ser expulsado del infierno, así como lo fue Supay, si Makacha y Wakke habían ayudado a Supay, fue por orden explicita de Pisano Phosphorus, Satán en persona.

No hay comentarios.: